Las semanas pasaron muy rápidas entre trabajos de fin de curso, festivales que nuestro instituto siempre preparaba en el parque de al lado del río, y, bueno, llamadas a los chicos. Álvaro y yo cada vez teníamos más confianza y tenía muchas ganas de verle. Tal vez empezara a sentir algo por él más que una simple amistad, pero debería verle para corroborar dichos sentimientos.
En cuanto a las chicas, Naya se distanció un poco de nosotras por movidas que tuvo con Yolanda. Sin embargo, Yolanda, Cristina y yo eramos una piña. Me daba muchísima pena que Yolanda se tuviera que ir a Alicante pero estaba segura de que, además de que la relación con Dani prosperaría, vendría mucho a vernos.
Llegaron nuestras vacaciones y Yoli, Cris y yo decidimos hacer un viaje a Madrid. Nuestro cómplice era Blas, puesto que no queríamos que los demás lo supieran.
*Conversación de Whatsapp*
Blas: ¿Estás preparada?
María: La verdad es que volver seguro que me traerá muchos recuerdos, pero lo mejor será que os tengo a mi lado para superarlo todo.
Blas: Y seguro que encuentras muy pronto a alguien que te haga feliz, o tal vez ya lo conozcas y te des cuenta que es lo que realmente mereces.
María: Si lo dices por Álv...
Blas: Qué lista es mi chica. No es porque sea mi amigo, sino porque ya sabes como han ido estas semanas. Le veías más por cam que yo en persona, y sé que tú le ves como amigo pero..
María: Blas..
Blas: Deberías darle una oportunidad.
María: Blas, puedo?
Blas: Ah, si dime jaja
María: Tal vez esté sintiendo algo por él. No sé el qué exactamente, pero noto que cuando nos vamos a ver por cam o hablamos por whats me pongo nerviosa y eso, contigo por ejemplo no me pasa..
Blas: Te gusta, no?
María: No sé si me gusta o qué pasa. Pero supongo que verle pasado mañana me vendrá bien para salir de dudas.
Blas: No lo dudes, bonita.
María: Él te ha dicho algo?
Blas: No. Lo que ya sabes, que le gustas y cuando quedamos todos, si estáis hablando no nos hace ni caso.. jajaj
María: Qué zagal..Bueno, te dejo que me reclaman las chicas.
*Narra David*
Las semanas habían pasado y yo no sabía nada de María. Me había comportado como un verdadero capullo, pero a fin de cuentas la culpable de todo había sido ella. Tenía la necesidad de hablarlo todo con ella. Tal vez, todo habría sido diferente si la hubiera dejado explicarse.
Sabía cómo se llamaba el pueblo donde vivían, así que... ¿Por qué no ir a verla? Seguro que seguía sintiendo por mí y verme allí haría que todo cambiase entre nosotros.
Por otra parte, los chicos en el instituto habían dejado de hablarme pero por suerte, otro grupo me aceptó y me sentía muy querido. Llamé a Sergio, sabía la historia y seguro que él me acompañaba al pueblo de María.
Sergio: ¿MAÑANA? ¿Pero como vamos a irnos mañana? Si no tenemos ni donde quedarnos ni cómo ir ni nada.
David: Tío, he visto trenes y autobuses que salen a buenas horas y con los bonos de mi madre nos salen super baratos. Y seguro que allí podemos hospedar. Por favor.
Sergio: No te prometo nada. Voy a hablarlo con mis padres.