Acabábamos de llegar y ya quería que fuera verano para volver a Madrid, una parte de mí había quedado allí tras el viaje. Cogimos las maletas y fuimos a una plaza cerca de la estación de autobuses.
Cristina: Bueno chicas, hablamos luego.
Nos dio dos besos y se fue cogida de la mano de Jaime.
Yolanda: ¿Qué me he perdido?
Naya: Eso mismo me pregunto yo.
Me sonó el móvil y fui a contestar pero ya habían cortado. Miré y era Blas. ¡Qué raro! Le devolví la llamada y no contestó. Tal vez se abría equivocado.
*Narra David*
Eran las 12 de la mañana, los rayos de luz penetraban a través de la persiana y me obligaron a levantarme. Me sentía vacío. Mis mejores amigos habían dejado de hablarme por una chica a la que acababan de conocer y a la que ahora echaba de menos. Llamé a Blas, con él siempre me había llevado mejor, supongo que me ayudaría. No me contestó. Me metí en el baño, me preparé un baño de espuma. Necesitaba desconectar. Puse la música del móvil a tope. Tras una hora ahí dentro decidí salir.
*Narra Blas*
Llamé a María, quería hablar con ella. Lo necesitaba. Pero no contestó. Iba de camino de casa de Carlos. Estaba llegando y noté que vibraba el móvil, pero no le dí importancia. Al poco miré y era David. No le devolví la llamada. Al poco otra vez me llamaron, supuse que era David así que pasé. Sabía que era mi amigo y que a María la acabábamos de conocer pero la había hecho daño. Siempre intento ponerme en el lugar de las dos partes pero esa vez David no tenía razón. Podría haberse puesto un poco celoso pero querer hacer daño a María era demasiado. Sé que él tiene un corazón enorme y era por eso que no entendía nada. Llegué al portal de Carlos, timbré y subí. Para mi sorpresa estaba Álvaro, sin la sonrisa que le caracterizaba. Volví a mirar mi teléfono. Una llamada era de María. Así pues, le devolví la llamada.
Blas: ¡María! ¿Qué tal el viaje?
María: Bien, se me ha pasado bastante rápido.
Carlos me hizo un gesto para que pusiera el altavoz, y así obré.
María: ¿Y tú qué tal? ¿Sabes algo de Carlos y Dani?
Carlos: Hola fea
María: Eeeey, que bien acompañado estás Blas jajaja
Carlos: Y porque no sabes quien más está aquí, sino cambiarías de opinión.
María: ¿David?
Se la notó apagada al decir su nombre.
Carlos: No, boba, alguien mejor.
Álvaro: Preciosaa!
María: Ooooh, te echo mucho de menos!
Blas: ¿Sólo a él?
Todos rieron. Seguimos hablando hasta que nos dijo que se iba ya a casa. Nos despedimos de ella.