sábado, 25 de abril de 2015

Capítulo 29


*Narra David*
En la mesa de al lado estaban sentados estos y las chicas. María estaba encima de una pierna de Álvaro abrazada a él y medio llorando. Carlos parecía enfadado y le pedía que comiera. Los demás conversaban entre ellos. Me fastidiaba la situación, pero desde luego que yo no la había provocado. María me había utilizado y Álvaro ha demostrado ser muy mal amigo. Alicia, sin embargo, no me gustaba tanto como María, pero en este caso, sería yo quien la utilizaría para devolver a María el daño que ella provocó en mí. Sí, sé que suena cruel y que va a parecer que el malo de la película soy yo, pero a mí nadie me humilla, y si lo hacen, lo pagan caro.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

*Narra María*
Estamos de vuelta al pueblo. Estos días habían sido intensos. David y Alicia terminaron discutiendo porque ella pensaba que él seguía por mí. El día en el centro comercial me hizo olvidar a David y sacarme de los pensamientos. Álvaro me estaba ayudando mucho a superarlo y Carlos estaba resultando un verdadero hermano. Yolanda estaba destrozada, echaba de menos a Dani. Nayade iba dormida y Cristina hablaba con Jaime, un chico de clase que se había sentado a su lado en la parte trasera del autobús. Abracé a Yolanda, no me gustaba verla mal.

María: ¿Recuerdas lo que me dijiste la primera noche? Da igual la distancia y el tiempo, si estáis destinados a estar juntos, acabaréis juntos y si no, ¿para qué pasarlo mal por un chico que no es el hombre de tu vida?
Yolanda: No es sólo eso, María. No quise deciros nada para no estropear el viaje, pero a principios de julio me mudo a Alicante. Sé que aún queda una semana, y la disfrutaremos, pero no volveré al pueblo nunca más.
María: No digas eso nunca. Sabes que mi casa es tu casa y que siempre que quieras podrás venir.
Yolanda: ¿Y Dani? Ahora me pregunto qué será de nosotros. No ha habido ni siquiera un "te quiero" de su parte.
María: Dani es así. No es de decir lo que siente, pero tía, no te rayes. Tiempo al tiempo.

Vimos que Cristina de repente se abalanzaba a Jaime y empezaban a besarse. ¿Qué carajo? De repente me sonó el móvil, un whatsapp. Era Álvaro.

*Conversación WhatsApp*
Álvaro: Nena, ¿qué tal llevas el viaje?
María: Ahora mucho mejor ;)
Álvaro: Jajaja
María: ¿Qué haces despierto a estas horas? Son las ocho de la mañana
Álvaro: Echo de menos a alguien y bueno, he decido hablarte por aquí
María: No sé qué persona será la afortunada de que sea extrañada por ti, pero tu decisión de hablarme me gusta.
Álvaro: Pues siéntete afortunada, porque es a ti a quien echo de menos.
María: Qué mono eres

*Narra María*
Seguimos chateando hasta que empecé a conocer lo que por la ventana veía; era el pueblo. Ahora, volvía a estar aquí, a cientos de kilómetros de ese chico que me echaba de menos y al que estaba empezando a echar de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario