*Narra Cristina*
Al fin nos fuimos a la habitación Nayade y yo. Teníamos bastante sueño, ya que había sido un día bastante largo. Pero conocer a los chicos, hizo que el día mereciese todavía más la pena. Mañana sería la última vez que les veríamos hasta saber cuando. Pero no era momento de entristecerse. "Me lavaré la cara y me echaré a dormir, que sino mañana las ojeras que llevaré, serán importantes"- Me dije a mí misma.
Nayade seguía en el baño, desde que llegamos a la habitación no había salido. Aporreé la puerta, me dejó pasar. Me limpié la cara mientras observaba cómo ella intentaba secarse y disimular las lágrimas que brotaban de sus ojos.
Le pregunté qué era lo que pasaba, y ni siquiera contestó, así que, me metí en la cama.
Cristina: Buenas noches, Naya. Y deja de llorar, que te me deshidratas.
*Narra Yolanda*
María venía contenta. Durante el trayecto en metro no dejó de sonreír, y yo también estaba feliz. Por ella, y por mí. El tonto que me mojó en el Parque de Atracciones, ese al que por un momento creí odiarle, me estaba camelando de tal forma que me empecé a pillar por él. Estuvimos tonteando bastante en el Retiro, pero no había llegado a más, sin embargo María ya se había dado sus primeros besos con David.
Yolanda: ¿Buena noche?
María: Mejor imposible. Aunque el volver al pueblo pasado mañana me va a suponer una depresión.
Yolanda: ¿Me dejas darte un consejo?
María: Por supuesto.
Yolanda: Disfruta de mañana, lo demás no está a tu alcance. Si estás destinada a terminar con él, por mucho tiempo que pase y distancia que os separe, terminaréis juntos. Sino, ¿para qué pasarlo mal si él no será el chico con el que pasarás el resto de tu vida? No te rayes, y disfruta de cada momento a su lado.
María: Gracias, hermana.
Yolanda: Sé que es muy fácil decirlo y que seguramente con Dani lo pasaré mal, pero, creo, que es lo mejor que podemos hacer. Disfrutar de cada segundo, porque, ¿y si es el último que vivimos? No hay que pasarlo mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario