Capítulo 11

*Narra David*
Había empezado a querer demasiado a María. Mi plan era que María dijese que quería un helado, entonces a mí me entrarían ganas de otro e iríamos juntos. Si alguien más quisiera tomarse uno, María y yo se lo llevaríamos. Nos "perderíamos" y estaríamos a solas. Le mandé otro WhatsApp a María con el plan y ella me contestó con un "Perfecto, bonito :*"
Giró la cabeza, porque iba varios pasos por delante, y sonrió. Fui idiota, porque solo la miré, con gesto serio. Continuamos caminando, hasta que llegamos. Entramos al parque y nos sentamos en un banco los chicos y yo. La gente de clase y las chicas se quedaron hablando con los profesores.
En poco rato entraron. Teníamos dos horas.
Al cabo de unos minutos nos adentramos al parque del Retiro.
María: Pues yo me he quedado con ganas de un helado. Ahora vengo, quedaros aquí.
David: Yo también tengo ganitas de helado. Te acompaño si quieres. ¿Alguien quiere uno?
Carlos: Yo, pero por no ir,...
María: ¿Te lo traemos nosotros?
Carlos: Perfecto, de chocolate, por favor.
María y yo nos fuimos hacia el puesto de helados.
David: Ahora es cuando nos perdemos.
María: ¿Y el helado de Carlos?
David: Si de verdad lo quiere, terminará yendo él. Dentro de un poco, mandamos un whatsapp por el grupo haciendo como que nosotros, entre tú y yo, también nos hemos perdido. Así no sospechan nada.
María: Que cerebrito tienes. -Y me tocó una mejilla.

*Narra María*
Por fin solos. La idea de David me gustaba.
David: Estás guapísima.
María: Tú lo eres.
David me abrazó, muy fuerte. Solo pude abrazarle más y más fuerte. Me separó de él. Me miró, se mordió el labio, y se abalanzó. Sí, me besó.
David: Te quiero mucho.
Le abracé.
David: ¿Vamos a por nuestro helado?
Nos llegó un WhatsApp.

*Grupo de WhatsApp*
Carlos: Tortolitos, ¿y mi helado?
María: No encontramos el puesto de helados.
Carlos: Pues encontradlo rapidito, porque tengo hambre de helado, jajaja.
David: Estamos en ello. Aguanta! Jajaja

*Narra María*
Fuimos a por el helado. A por el de David y el mío. Y nos sentamos en la hierba.
David: Gracias.
María: ¿Por?
David: Por darme esta oportunidad. La verdad es que nunca había tenido suerte con las chicas, y mira, has llegado tú y plaas.
María: Te quiero mucho.
Le abracé, y él hizo tumbarme en su pecho.

*Narra David*
La tenía encima mío. Podía escuchar el latido de mi corazón, y yo percibía su respiración.  La había besado, no pude contenerme. Sin embargo, ahora necesitaba volver a hacerlo.
David: María, te amo. Sé que nos hemos conocido esta mañana y que mañana o el domingo, te irás a tu pueblo, pero si hace falta voy unos días a verte, o cuando termine las clases, voy de vacaciones allí.
María: Bonito, tengo familia aquí, y me pasaré el verano aquí, así que nos podremos ver.
Se levantó de mi pecho y me abrazó.