lunes, 17 de junio de 2013

Capítulo 8

*Narra David*
Nunca había conocido a nadie que me llenara tanto como María, y ahora que veía como se alejaba con las otras chicas, notaba como que me faltaba algo. No podía dejar de pensar en la foto, esa foto que nadie sabía que nos habíamos hecho,  de los abrazos y de su "te quiero".
Dani: Quiero montarme en el barco vikingo, ¿quién se viene?
Álvaro: Anda, vamos todos.
Blas: ¿No os pasa cómo si os faltase algo?
David: Sí -Dije musitando y cabizbajo.

Fuimos al barco vikingo y solo se montaron Dani y Álvaro. Carlos estuvo con el teléfono, Blas fue a comprarse algo para beber, y mientras yo, miraba sin ver pensando en todo. Ojalá verla pronto.
Terminó la atracción.
Carlos: Eh, ¿y si nos vamos a duchar y luego damos una vuelta por el centro?

*Narra Eider*
Blas era un gran amigo, noté cómo se podía confiar en él desde el primer momento y ese ratito de la tarde que pasamos juntos me lo pasé muy bien. Nos montamos en el autobús. María y Nayade no paraban de hablar, mientras, Yolanda seguía con algo de agua, y Cristina no paraba de escribir.

Tutora: Como bien sabéis ahora nos iremos por el centro a cenar todos juntos. Somos una clase, y para una vez que salimos de excursión vamos a estar todos juntos. Después de cenar iremos al Retiro, a dar una vueltecita; entonces podréis iros por grupos. Al igual que hoy en el Parque, vamos a poner un sitio de regreso, y una hora. Volveremos todos juntos al hotel. Mañana os daremos también horas libres, pero iremos a un centro comercial, ¿os parece?

Llegamos pronto al hotel.

Profesor: Os queremos, como muy tarde, en una hora en la recepción del hotel.

Las habitaciones eran de dos en dos. María cogió con Yolanda, y Cristina con Nayade. Yo me metí con Patricia, una buena amiga de clase, que este año al empezar a salir con un chico de clase, se distanció un poquito de nosotras, pero aún así, era una de nuestras mejores amigas.

*Narra María*
Empecé a echar de menos a David mientras me duchaba. Ojalá poder verle esta noche en el Retiro. Pero yo no sabía donde vivía, ni si seguiría en el Parque. ¿Y si había conocido a otra chica? ¿Y si para él no significaba nada? Las lágrimas brotaban sin cesar por mi cara mientras me secaba el pelo. Entonces entró Yolanda a lavarse los dientes. Al verme llorando, me abrazó, y sin ella decirme nada yo le dije: "Le echo de menos". Me miró raro, y pensé que no sabía de quién le hablaba.
Yolanda: Seguro que ves a David antes de lo que imaginas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario