Al fin dieron las diez, y bajamos las cuatro a desayunar. María estaba pensativa y Nayade no la hablaba mucho. Nos sentamos en la misma mesa las cuatro y aproveché un momento en el que Yolanda y Nayade se fueron a coger algo para hablar con María.
Cristina: ¿Qué ha pasado? ¿Has tenido algo con Álvaro?
María: Para nada. Pero si yo estaba secándome el pelo.
Cristina: No, te lo digo porque David ha venido dando a entender que habéis tenido algo hace un rato, en vuestra habitación.
María: Los únicos que se han liado han sido Dani y Yolanda. Álvaro estaba viendo la televisión.
En ese momento llegó Nayade con una magdalena en la mano.
Nayade: ¿A sí que Álvaro estaba viendo la televisión? ¿Y por qué David ha venido como ha venido a contarnos que habéis tenido algo? Porque si yo sé que a una amiga le gusta alguien, yo no me lío con ese alguien y menos habiendo empezado a salir la noche anterior con otro chico.
María: Eh, Nayade, que de sobra sé lo que se siente cuando te levantan un chico, y por eso mismo soy incapaz de hacer algo así.
Yolanda llegó a la mesa en ese momento.
Yolanda: Mira Naya, no sé qué os habrá contado David, o qué mentira habrá saltado; te voy a contar lo que ha pasado. María ha entrado a secarse el pelo nada más que han entrado los chicos, Dani y David estaban haciendo el tonto, hasta que Dani ha encerrado en la terraza a David y ha corrido la cortina, Álvaro se ha echado en la cama a ver el telediario, y Dani y yo, bueno, pues eso da igual. El caso es que nos ha parecido escuchar hablar por teléfono a David con alguien; y poco después ha salido María, ya sabes la manía que tiene con morderse el labio, y se ha hecho sangre. Ha ido a la terraza a colgar la toalla, y David le ha dicho algo, María le ha contestado, y ha cogido y se ha marchado dando un portazo. Y creo, que deberías confiar más en una amiga, que en un chaval que conociste ayer.
Cristina: En eso lleva razón Blas, hasta que no se sepa por completo algo seguro, es mejor no decir nada, para no crear malos rollos.
Nayade se levantó y abrazó a María. A María se le caía una lágrimita. Siempre es bien la reconciliación entre amigas.
Terminamos de desayunar y fuimos hacia nuestras habitaciones para coger los bolsos. En la recepción estaban los chicos.
*Narra María*
David estaba hablando con una de mi clase, Alicia. Al verme salir del buffet, algo seria, abrazó a Alicia, y empezó a darla besos por la mejilla. Ella le correspondía. ¿Qué estaba pasando? Carlos le miraba mal, Álvaro se limitaba a mirar al horizonte. Dani vino a abrazar a Yolanda y a decirla que nos esperaban abajo y Blas, Blas estaba con el móvil. Seguí hacia delante, haciéndome la digna, pero jodidísima por dentro por lo que acababa de ver.
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