*Narra María*
Pedimos Álvaro y yo. Esperamos en la cola hasta que nos dieran la comida y fuimos a la mesa que habías cogido los demás. Me mataba ver a David abrazando a Alicia, pero podría ser que el destino me estuviese preparando un mejor futuro con alguien como Álvaro a mi lado.
No lo había contemplado aún, pero este chico estaba siendo un verdadero apoyo, y empezaba a sentir cosas cuando se acercaba a mí, y estaba siempre a mi lado.
Álvaro: ¿En qué piensas, princesa?
Me acababa de llamar princesa. Las mariposas de mi estómago se acababan de convertir en pirañas asesinas que comían poco a poco mi estómago.
María: En lo surrealista que está siendo todo esto. Vengo a pasarlo bien y lo único que ocasiono es que se fastidie vuestra amistad con David.
Blas: No sientas nada. Gracias a ti nos hemos dado cuenta de cómo es en realidad. Te debemos muchísimo.
Cristina: No te quiero ver mal, ¿eh?
María: No estoy mal, sino decepcionada conmigo misma.
Dani: Pero, ¿por qué?
María: Porque..
Carlos: No, ahora me vas a escuchar. No te sientas decepcionada por esto. David ha sido siempre muy celoso, pero nunca ninguna chica le había llenado tanto como tú. Eso ha hecho que se cegará al verte el labio sangrando. Y, ¿sabes qué? Que si te quiere perder, el tonto es él. Nosotros cuatro, ¿verdad chicos?, no queremos perder una amiga de verdad como estás demostrando ser. Así que déjate de tonterías, sube la cabeza y cada día sal a comerte el mundo, porque eres una tía diez.
Nayade: Me maravillas cuando te pones serio, Carlos.
Bajé la cabeza al escuchar lo que Carlos dijo. Tenía un nudo en la garganta e infinitas ganas de un abrazo, de quien fuera, pero un abrazo que me apagaran las ganas de llorar que me habían entrado.
Yolanda: No María, no agaches la cabeza. Todo lo contrario, súbela. Tienes que estar orgullosa de cómo eres, porque en este mundo, personas como tú, quedan muy pocas. Empieza a valorarte, a quererte y a dejar las cosas malas atrás.
*Narra Álvaro*
Noté que María estaba a punto de llorar. La tenía al lado y no podía desaprovechar esta oportunidad. La abracé todo lo fuerte que pude.
Álvaro: Demuéstrale al mundo lo que vales, lo bonita que eres, tu mirada tan limpia y esa sonrisa que enamora.
Le susurré. María se echó a llorar, abrazándome más fuerte aún escondiéndo su rostro tras mi hombro. Yolanda me hizo un gesto con la cabeza.
Blas: María deja de llorar que al final me pondré a llorar yo y mi fama de duro se irá al carajo.
Todos rieron. Todos menos María y yo.
María: Gracias por todo, Álvaro.
Medio sonreí. Esta niña provocaba todo en mí. Si ella estaba bien, yo lo estaba; si lloraba, me entraban ganas a mí; y si estaba con otro, yo moría por dentro.
*Narra Dani*
Se les veía tan fuertes cuando estaban juntos, que nunca veré a dos personas así jamás. Se complementaban a la perfección, hacían uno.
Carlos: Y ahora, María, deja de llorar y come.
Cristina: Pareces su padre, déjala desahogarse.
Carlos: No, que se lo que pasa. Llora, se le hinchan los ojos, le duele la cabeza y luego no come.
Carlos se estaba preocupando demasiado por María. Álvaro se limitaba a acariciarla. Blas miraba a la mesa de al lado, Nayade, mientras miraba el móvil y Yolanda echaba keptchup a las patatas que aún no había comido.
sábado, 16 de agosto de 2014
domingo, 11 de mayo de 2014
Capítulo 27
*Narra Cristina*
Salimos de la tienda y se empezó a hacer la hora de comer. Decidimos ir a un McDonald que había en la planta superior.
Yolanda: Espero que no haya mucha cola.
Blas: Sino se espera, que no tenemos prisa.
Carlos: Y luego os vamos a llevar a un sitio muy chulo. Ya veréis.
Llegamos al McDonald y estaban Eider y Patricia delante nuestro. Las saludamos, y Eider preguntó por David.
María: Eider, mejor no preguntar.
Eider: ¿Por? ¿Qué ha pasado?
Yolanda: Que es un auténtico imbécil.
Eider: ¿Y sus amigos por qué no están con él?
Álvaro: Porque tiene alucinaciones y cree que todos los amigos somos como él de capullos.
Eider: Qué mal rollo, ¿no?
María: Ya no hay ni buen ni mal rollo. Para mí, él ya ha terminado.
Carlos: Y hablando del rey de Roma...
*Narra Álvaro*
Estábamos hablando sobre David, y apareció allí con Alicia. Alicia saludó a las chicas y se pusieron en la cola detrás. María dejó de hablar con Eider, y se puso a mi lado. Al ver de reojo a David besando una mejilla de Alicia, no me salió más que abrazar con todas mis fuerzas a María. Empezaba a sentir algo fuerte por ella, y no quería que ella sufriera por alguien como David.
María: Gracias por todo, Álvaro.
Susurró en mi oído. También me abrazó fuerte. Carlos y Yolanda hablaban entre ellos. Cristina y Dani estaban decidiendo qué pedir, y mientras Nayade saludaba a una chica de su clase, Blas miraba el móvil. No podía separarme de María. La necesitaba entre mis brazos, notaba que ella lo agradecía.
Blas: Tortolitos, vamos, que pedimos ya.
Sin darnos cuenta, David, Alicia y el grupo de ellos nos habían adelantado mientras nosotros nos abrazábamos. Fuimos al mostrador y María y yo pedimos.
Salimos de la tienda y se empezó a hacer la hora de comer. Decidimos ir a un McDonald que había en la planta superior.
Yolanda: Espero que no haya mucha cola.
Blas: Sino se espera, que no tenemos prisa.
Carlos: Y luego os vamos a llevar a un sitio muy chulo. Ya veréis.
Llegamos al McDonald y estaban Eider y Patricia delante nuestro. Las saludamos, y Eider preguntó por David.
María: Eider, mejor no preguntar.
Eider: ¿Por? ¿Qué ha pasado?
Yolanda: Que es un auténtico imbécil.
Eider: ¿Y sus amigos por qué no están con él?
Álvaro: Porque tiene alucinaciones y cree que todos los amigos somos como él de capullos.
Eider: Qué mal rollo, ¿no?
María: Ya no hay ni buen ni mal rollo. Para mí, él ya ha terminado.
Carlos: Y hablando del rey de Roma...
*Narra Álvaro*
Estábamos hablando sobre David, y apareció allí con Alicia. Alicia saludó a las chicas y se pusieron en la cola detrás. María dejó de hablar con Eider, y se puso a mi lado. Al ver de reojo a David besando una mejilla de Alicia, no me salió más que abrazar con todas mis fuerzas a María. Empezaba a sentir algo fuerte por ella, y no quería que ella sufriera por alguien como David.
María: Gracias por todo, Álvaro.
Susurró en mi oído. También me abrazó fuerte. Carlos y Yolanda hablaban entre ellos. Cristina y Dani estaban decidiendo qué pedir, y mientras Nayade saludaba a una chica de su clase, Blas miraba el móvil. No podía separarme de María. La necesitaba entre mis brazos, notaba que ella lo agradecía.
Blas: Tortolitos, vamos, que pedimos ya.
Sin darnos cuenta, David, Alicia y el grupo de ellos nos habían adelantado mientras nosotros nos abrazábamos. Fuimos al mostrador y María y yo pedimos.
Capítulo 26
*Narra Nayade*
No sé porqué pero ver a Álvaro y a María abrazarse no me estaba molestando. Tal vez ese sentimiento que el día anterior se me había activado, hoy ya estaba inactivo y no sentía nada por Álvaro. Quería ver a María feliz, a pesar de todo éramos amigas. Muy buenas amigas. Pero, ¿y si David llevaba razón? No, no lo creo. María estaba con él y es que cuando está con alguien ni se le pasa por la cabeza liarse con otro, y menos sabiendo como me gustaba a mí Álvaro. Imposible.
Vinieron Carlos y María y dijimos de dar una vuelta por el centro comercial. Mientras Cristina y Yolanda entraban en una tienda de ropa, Los chicos, María y yo nos quedamos fuera. Aproveché para hablar con María. Nos retiramos un poquito.
Nayade: María, ya sabes lo que hablamos ayer, sobre mí y Álvaro, pero, ¿sabes qué? Hoy es como si Álvaro nunca me hubiese gustado. Sólo le veo como un amigo, no quiero nada con él, y si tenéis algo, o lo que sea, que sepas que os voy a apoyar.
María: Sabes que nunca podría salir con el chico que le gusta a una amiga.
Nayade: Pero ya no me gusta. Créeme, y no seas tonta. A Álvaro se le nota que le gustas. No pierdas la oportunidad, porque él es un buen tío.
*Narra David*
María y Álvaro se estaban abrazando. Eso no era normal. Alicia era risueña, muy simpática y guapa. Me dijo de pasar el día con ella, y algunas amigas. La idea era ir a comer donde comiese María y mis amigos y justo aprovechar para liarme con ella. Sé que suena cruel, pero ella se lió, o eso creo, con un amigo, que esa es otra, menudo amigo.
Alicia: Mira, ahí están María y Nayade, y tus amigos.
De amigos nada. Que defiendan a una chica que acaban de conocer, antes que a un amigo de hace mucho más tiempo, demuestra que muy amigos no eran míos. Ellos se lo pierden. Pasamos casi rozando a estos, y yo cogí de la cintura a Alicia. María me vio, y giró la cabeza. Yo, sonriendo, les dije adiós, pero no obtuve respuesta de ninguno.
*Narra Álvaro*
David era un payaso. Pasar delante nuestra, cogiendo de la cintura a Alicia, y sonriendo, para hacer daño a María no era de ser un buen tío. María como una grande que es, giró la cabeza, y sonriendo se abrazó a Blas. Yo quería decirla algo, pero me faltaban palabras. Empecé a ponerme nervioso, porque María se había sentado a mi lado. Carlos ya me había contado de lo que habían hablado y me daba algo de vergüenza la situación. A pesar de todo, soy un tío bastante tímido.
No sé porqué pero ver a Álvaro y a María abrazarse no me estaba molestando. Tal vez ese sentimiento que el día anterior se me había activado, hoy ya estaba inactivo y no sentía nada por Álvaro. Quería ver a María feliz, a pesar de todo éramos amigas. Muy buenas amigas. Pero, ¿y si David llevaba razón? No, no lo creo. María estaba con él y es que cuando está con alguien ni se le pasa por la cabeza liarse con otro, y menos sabiendo como me gustaba a mí Álvaro. Imposible.
Vinieron Carlos y María y dijimos de dar una vuelta por el centro comercial. Mientras Cristina y Yolanda entraban en una tienda de ropa, Los chicos, María y yo nos quedamos fuera. Aproveché para hablar con María. Nos retiramos un poquito.
Nayade: María, ya sabes lo que hablamos ayer, sobre mí y Álvaro, pero, ¿sabes qué? Hoy es como si Álvaro nunca me hubiese gustado. Sólo le veo como un amigo, no quiero nada con él, y si tenéis algo, o lo que sea, que sepas que os voy a apoyar.
María: Sabes que nunca podría salir con el chico que le gusta a una amiga.
Nayade: Pero ya no me gusta. Créeme, y no seas tonta. A Álvaro se le nota que le gustas. No pierdas la oportunidad, porque él es un buen tío.
*Narra David*
María y Álvaro se estaban abrazando. Eso no era normal. Alicia era risueña, muy simpática y guapa. Me dijo de pasar el día con ella, y algunas amigas. La idea era ir a comer donde comiese María y mis amigos y justo aprovechar para liarme con ella. Sé que suena cruel, pero ella se lió, o eso creo, con un amigo, que esa es otra, menudo amigo.
Alicia: Mira, ahí están María y Nayade, y tus amigos.
De amigos nada. Que defiendan a una chica que acaban de conocer, antes que a un amigo de hace mucho más tiempo, demuestra que muy amigos no eran míos. Ellos se lo pierden. Pasamos casi rozando a estos, y yo cogí de la cintura a Alicia. María me vio, y giró la cabeza. Yo, sonriendo, les dije adiós, pero no obtuve respuesta de ninguno.
*Narra Álvaro*
David era un payaso. Pasar delante nuestra, cogiendo de la cintura a Alicia, y sonriendo, para hacer daño a María no era de ser un buen tío. María como una grande que es, giró la cabeza, y sonriendo se abrazó a Blas. Yo quería decirla algo, pero me faltaban palabras. Empecé a ponerme nervioso, porque María se había sentado a mi lado. Carlos ya me había contado de lo que habían hablado y me daba algo de vergüenza la situación. A pesar de todo, soy un tío bastante tímido.
Capítulo 25
*Narra Álvaro*
No sabía dónde meterme. Que Carlos dijera eso delante de María me mataba de vargüenza. Sí, era bueno que ella lo supiese, pero no tan pronto.
María: Carlos, ¿podemos hablar?
Los demás nos fuimos, no sé de qué iban a hablar, pero supongo que Carlos me lo contaría luego.
Blas: David está irreconocible.
Dani: Y con el ego subido.
Cristina: No le conozco mucho, pero así va fatal por la vida.
*Narra Carlos*
María y yo nos retiramos un poco, ella quería decirme algo. Seguramente sería sobre Álvaro.
María: Carlos, ya que has dicho todo lo que acabas de decir sobre Álvaro, necesito que me cuentes todo lo que él te ha hablado sobre mí.
Carlos: Solo eso.
María: Permíteme que no te crea. Has dicho que habéis tenido conversaciones. No te voy a pedir que me cuentes los detalles de las conversaciones, pero sí qué es lo que habéis hablado.
Carlos: Pues eso, que se fijó en ti, que le molestó una barbaridad que David empezara a salir contigo. Anoche estuve hablando con él hasta las tantas y se maldecía a él mismo porque tú no te habías fijado en él, y realmente yo lo he pasado mal por él; por ti hoy también, pero, ¿sabes? David a veces es muy inmaduro. Álvaro sabe perfectamente qué es lo que quiere y lo deja siempre muy claro. Si solo te quiere para un rato, te lo dice. Pero contigo, creo que es diferente.
María: ¿Me estás diciendo que Álvaro me quiere?
Carlos: Te estoy diciendo que si quieres ser feliz empieces por olvidarte de David.
María: Por suerte o por desgracia, todo ha pasado rápido. No me ha dado tiempo a enamorarme, tal vez David haya sido un capricho. Y teniendo a mis chicas y a vosotros, lo soy.
Carlos: Siempre sonriendo, que tu sonrisa enamora.
María me abrazó. Realmente esta chica me había demostrado que se podía confiar en ella, y que era una buena amiga. David se había portado fatal con ella, pero ella había sido muy fuerte. Y me alegraba muchísimo por ella. Solo quería que todo le fuese bien, y a mi amigo, Álvaro, también. Y si era estando ellos juntos, mejor.
No sabía dónde meterme. Que Carlos dijera eso delante de María me mataba de vargüenza. Sí, era bueno que ella lo supiese, pero no tan pronto.
María: Carlos, ¿podemos hablar?
Los demás nos fuimos, no sé de qué iban a hablar, pero supongo que Carlos me lo contaría luego.
Blas: David está irreconocible.
Dani: Y con el ego subido.
Cristina: No le conozco mucho, pero así va fatal por la vida.
*Narra Carlos*
María y yo nos retiramos un poco, ella quería decirme algo. Seguramente sería sobre Álvaro.
María: Carlos, ya que has dicho todo lo que acabas de decir sobre Álvaro, necesito que me cuentes todo lo que él te ha hablado sobre mí.
Carlos: Solo eso.
María: Permíteme que no te crea. Has dicho que habéis tenido conversaciones. No te voy a pedir que me cuentes los detalles de las conversaciones, pero sí qué es lo que habéis hablado.
Carlos: Pues eso, que se fijó en ti, que le molestó una barbaridad que David empezara a salir contigo. Anoche estuve hablando con él hasta las tantas y se maldecía a él mismo porque tú no te habías fijado en él, y realmente yo lo he pasado mal por él; por ti hoy también, pero, ¿sabes? David a veces es muy inmaduro. Álvaro sabe perfectamente qué es lo que quiere y lo deja siempre muy claro. Si solo te quiere para un rato, te lo dice. Pero contigo, creo que es diferente.
María: ¿Me estás diciendo que Álvaro me quiere?
Carlos: Te estoy diciendo que si quieres ser feliz empieces por olvidarte de David.
María: Por suerte o por desgracia, todo ha pasado rápido. No me ha dado tiempo a enamorarme, tal vez David haya sido un capricho. Y teniendo a mis chicas y a vosotros, lo soy.
Carlos: Siempre sonriendo, que tu sonrisa enamora.
María me abrazó. Realmente esta chica me había demostrado que se podía confiar en ella, y que era una buena amiga. David se había portado fatal con ella, pero ella había sido muy fuerte. Y me alegraba muchísimo por ella. Solo quería que todo le fuese bien, y a mi amigo, Álvaro, también. Y si era estando ellos juntos, mejor.
sábado, 10 de mayo de 2014
Capítulo 24
*Narra Dani*
En parte por mi culpa, todo había sucedido de esta forma, pero David nunca se había comportado así y me daba rabia porque María no se merecía nada así. Espero que le de su merecido y David deje de hacer el tonto.
David: María no merece tenerme. Ni Álvaro llamarme amigo. Conmigo no contéis en todo el día, me voy a ir con Alicia. Enterados quedáis.
Dani: No seas bobo. El que no se merece a María eres tú. Ella no hizo nada. La vas a perder del todo y entonces te quejarás. Eres mayorcito para saber lo que haces. Enterado quedas.
Yolanda se fue y yo tras de sí. Carlos le dio una palmada en el pecho y se vino también. Álvaro y María seguían abrazados. En realidad hacían una bonita pareja.
Dani: María, lo siento.
María y Álvaro dejaron de abrazarse, pero Álvaro le puso un brazo por el hombro.
María: ¿Por qué lo sientes?
Dani: En parte, todo esto, es por mi culpa.
María: Tú no tienes culpa de que yo sea idiota y me haya fijado en él, y que él sea tan estúpido de creer que he tenido algo con Álvaro estando con él. No todas las personas somos como él que cada día va a por uno distinto.
Yolanda: María, tú mereces a alguien que te quiera de verdad y te lo demuestre. Que te valore.
Carlos: Como él.
Blas: ¿Como quién?
*Narra Carlos*
Se me escapó. María merecía tener a Álvaro. Y al revés. David era un inmaduro y nos lo acababa de demostrar.
Carlos: Como Álvaro.
Álvaro: ¿Qué? Carlos, no digas tontadas. Yo paso de estar en medio de una pareja.
María: No es mi pareja. Ya no, Álvaro.
Álvaro: Bueno, pero que no.
Carlos: Sabes de sobra las conversaciones que hemos tenido, cómo te fuiste del Retiro anoche cuando viste que David y María habían empezado. Que desde que las vimos te fijaste en ella. Y realmente, me da igual decirlo aquí. Creo que es lo mejor. Que ella lo sepa, y que tome las decisiones que crea convenientes.
En parte por mi culpa, todo había sucedido de esta forma, pero David nunca se había comportado así y me daba rabia porque María no se merecía nada así. Espero que le de su merecido y David deje de hacer el tonto.
David: María no merece tenerme. Ni Álvaro llamarme amigo. Conmigo no contéis en todo el día, me voy a ir con Alicia. Enterados quedáis.
Dani: No seas bobo. El que no se merece a María eres tú. Ella no hizo nada. La vas a perder del todo y entonces te quejarás. Eres mayorcito para saber lo que haces. Enterado quedas.
Yolanda se fue y yo tras de sí. Carlos le dio una palmada en el pecho y se vino también. Álvaro y María seguían abrazados. En realidad hacían una bonita pareja.
Dani: María, lo siento.
María y Álvaro dejaron de abrazarse, pero Álvaro le puso un brazo por el hombro.
María: ¿Por qué lo sientes?
Dani: En parte, todo esto, es por mi culpa.
María: Tú no tienes culpa de que yo sea idiota y me haya fijado en él, y que él sea tan estúpido de creer que he tenido algo con Álvaro estando con él. No todas las personas somos como él que cada día va a por uno distinto.
Yolanda: María, tú mereces a alguien que te quiera de verdad y te lo demuestre. Que te valore.
Carlos: Como él.
Blas: ¿Como quién?
*Narra Carlos*
Se me escapó. María merecía tener a Álvaro. Y al revés. David era un inmaduro y nos lo acababa de demostrar.
Carlos: Como Álvaro.
Álvaro: ¿Qué? Carlos, no digas tontadas. Yo paso de estar en medio de una pareja.
María: No es mi pareja. Ya no, Álvaro.
Álvaro: Bueno, pero que no.
Carlos: Sabes de sobra las conversaciones que hemos tenido, cómo te fuiste del Retiro anoche cuando viste que David y María habían empezado. Que desde que las vimos te fijaste en ella. Y realmente, me da igual decirlo aquí. Creo que es lo mejor. Que ella lo sepa, y que tome las decisiones que crea convenientes.
miércoles, 7 de mayo de 2014
Capítulo 23
*Narra María*
Nadie se puede imaginar lo idiota que me sentía en ese momento. En ese en el que David abrazaba a Alicia. Seguía sin entender nada. Se acercaron los chicos cuando los profesores se fueron.
Blas: María
María: Dime, Blas.
Blas: ¿Estás bien?
Miré al suelo, no quería llorar, pero estaba a punto. Levanté la cabeza, y sonreí.
María: Sí, lo estoy.
Blas: Qué mal sabes mentir.
Me abrazó con fuerza. Al abrazo se sumó Carlos y Yolanda. Luego Naya y Cristina. También Dani. Sin embargo Álvaro no. Álvaro estaba haciendo algo mejor. Nos soltamos, y les di las gracias. Álvaro entonces se me acercó. Me dio un beso en la mejilla y me abrazó.
María: ¿Y esto?
Álvaro: Lo que mereces es que alguien te de cariño y no falsas esperanzas. Sé que lo que voy a hacer te va a hacer daño, pero si no lo hago, el dolor después será mayor.
Me soltó, y me mostró una imagen. No podía creérmelo. La acababa de hacer. David salía besando a Alicia. Menudo canalla.
*Narra Dani*
María empezó a enrojecer, y a llorar. Álvaro volvió a abrazarla.
Nayade: ¿Qué ha pasado? ¿Qué le ha enseñado Álvaro?
Dani: No hace falta que te enseñe nada, míralo tú misma, ahí, al lado de la columna.
Cristina: Menudo siinvergüenza. Y luego echando culpas a María cuando ella no ha hecho nada.
Dani: Esto no se va a quedar aquí. Voy a hablar con él. María es la mejor amiga de mi chica, y no sé, me ha transmitido mucha confianza desde el principio y no creo que se merezca algo así.
Yolanda: Voy contigo.
*Narra David*
Desde que ví la mordida en el labio de María quise vengarme. Nunca había sido rencoroso, pero tal vez María me gustara más que ninguna otra chica y por eso decidiese vengarme de esta forma. Alicia es una chica guapa, pero me dejó bien claro que solo quería líos, y me iba a venir genial, porque para celar a María tenía bastante.
Dani y Yolanda se acercaron a mí mientras me estaba liando con Alicia. Alicia saludó a Yolanda y me dijo que luego hablábamos para ir a comer.
Dani: Tío, me has decepcionado. Mira cómo está María. Yo estaba en la habitación y no ha pasado nada entre ellos.
Yolanda: María te quiere de verdad, pero la has perdido, esto a una niña como ella no se lo hace.
David: Pero ella sí puede liarse con Álvaro, ¿no?
Yolanda: Y dale, que María y Álvaro no hicieron nada.
Dani: ¿Y sabes qué es lo peor? Que yo en parte tengo culpa por haberte encerrado. Y sufro por verla así por culpa de un tonto como tú.
David: Aquí el único tonto es Álvaro que sabiendo perfectamente que estábamos saliendo, se ha metido en medio de la relación.
Yolanda: Álvaro no ha hecho nada.
Se acercó Carlos.
Carlos: Mira David, yo pensaba que eras diferente, que sabías tratar a las chicas. Álvaro desde el primer momento me contó que sentía cosas por María pero te respetó. No ha pasado nada entre ellos. Él sí ha demostrado ser un verdadero amigo y hombre.
David: Sí, ya lo veo. Eso, eso no es ser un buen amigo.
Hice girar a Carlos y estaba Blas hablando con María y Álvaro abrazándola.
Carlos: María necesita apoyo, y cariño. Hay gente que la valora, si te molesta, no haber hecho lo que hiciste.
Nadie se puede imaginar lo idiota que me sentía en ese momento. En ese en el que David abrazaba a Alicia. Seguía sin entender nada. Se acercaron los chicos cuando los profesores se fueron.
Blas: María
María: Dime, Blas.
Blas: ¿Estás bien?
Miré al suelo, no quería llorar, pero estaba a punto. Levanté la cabeza, y sonreí.
María: Sí, lo estoy.
Blas: Qué mal sabes mentir.
Me abrazó con fuerza. Al abrazo se sumó Carlos y Yolanda. Luego Naya y Cristina. También Dani. Sin embargo Álvaro no. Álvaro estaba haciendo algo mejor. Nos soltamos, y les di las gracias. Álvaro entonces se me acercó. Me dio un beso en la mejilla y me abrazó.
María: ¿Y esto?
Álvaro: Lo que mereces es que alguien te de cariño y no falsas esperanzas. Sé que lo que voy a hacer te va a hacer daño, pero si no lo hago, el dolor después será mayor.
Me soltó, y me mostró una imagen. No podía creérmelo. La acababa de hacer. David salía besando a Alicia. Menudo canalla.
*Narra Dani*
María empezó a enrojecer, y a llorar. Álvaro volvió a abrazarla.
Nayade: ¿Qué ha pasado? ¿Qué le ha enseñado Álvaro?
Dani: No hace falta que te enseñe nada, míralo tú misma, ahí, al lado de la columna.
Cristina: Menudo siinvergüenza. Y luego echando culpas a María cuando ella no ha hecho nada.
Dani: Esto no se va a quedar aquí. Voy a hablar con él. María es la mejor amiga de mi chica, y no sé, me ha transmitido mucha confianza desde el principio y no creo que se merezca algo así.
Yolanda: Voy contigo.
*Narra David*
Desde que ví la mordida en el labio de María quise vengarme. Nunca había sido rencoroso, pero tal vez María me gustara más que ninguna otra chica y por eso decidiese vengarme de esta forma. Alicia es una chica guapa, pero me dejó bien claro que solo quería líos, y me iba a venir genial, porque para celar a María tenía bastante.
Dani y Yolanda se acercaron a mí mientras me estaba liando con Alicia. Alicia saludó a Yolanda y me dijo que luego hablábamos para ir a comer.
Dani: Tío, me has decepcionado. Mira cómo está María. Yo estaba en la habitación y no ha pasado nada entre ellos.
Yolanda: María te quiere de verdad, pero la has perdido, esto a una niña como ella no se lo hace.
David: Pero ella sí puede liarse con Álvaro, ¿no?
Yolanda: Y dale, que María y Álvaro no hicieron nada.
Dani: ¿Y sabes qué es lo peor? Que yo en parte tengo culpa por haberte encerrado. Y sufro por verla así por culpa de un tonto como tú.
David: Aquí el único tonto es Álvaro que sabiendo perfectamente que estábamos saliendo, se ha metido en medio de la relación.
Yolanda: Álvaro no ha hecho nada.
Se acercó Carlos.
Carlos: Mira David, yo pensaba que eras diferente, que sabías tratar a las chicas. Álvaro desde el primer momento me contó que sentía cosas por María pero te respetó. No ha pasado nada entre ellos. Él sí ha demostrado ser un verdadero amigo y hombre.
David: Sí, ya lo veo. Eso, eso no es ser un buen amigo.
Hice girar a Carlos y estaba Blas hablando con María y Álvaro abrazándola.
Carlos: María necesita apoyo, y cariño. Hay gente que la valora, si te molesta, no haber hecho lo que hiciste.
Capítulo 22
*Narra Yolanda*
Me acerqué a María, y la abracé. Sabía que lo necesitaba. David estaba resultando un poco capullo. Sin saber nada y ya tontea con otras. No quería influir a mi amiga, pero no pude evitar comentarlo.
Yolanda: David es un poco capullo. Ya se chocará, y querrá volver.
María: ¿Qué he hecho yo para que esté haciendo esto?
Nayade: Siento mucho todo, María. Lo siento, de verdad.
María: Pero si tú no tienes la culpa.
María abrazó a Naya, que parecía más afectada que María.
Cristina: No os quiero ver decaídas. David es un cabrón, pero nos quedan dos días por delante para disfrutar al máximo, y lo vamos a hacer. Si David prefiere a Alicia antes que a ti, María, que le vaya bien. Tú mereces un chico que te valore, que te haga sentir realmente especial y sobre todo que sea maduro.
María sonrió tímidamente, y agachó la cabeza.
Cristina y Nayade fueron a por sus bolsos, y bajamos.
Profesora: Bueno, vamos a ir en metro. Vamos a ir todos al centro comercial. Allí podéis hacer lo que queráis. Eso sí, a las once de la noche, todos en la boca de metro por la que vamos a salir, y sí nos gustaría que comiésemos todos juntos. Pero eso ya allá vosotros. Lo que necesitéis y si pasa algo, ya tenéis nuestros teléfonos. Así que, en marcha, chicos.
*Narra Carlos*
Conozco a David desde hace años, y siempre ha demostrado ser celoso, pero lo que estaba haciendo a María no me estaba gustando. Estaba utilizando a otra chica para "pagarla" de cierta manera por la sospecha de que Álvaro y ella se habían liado; aunque en este caso, confío en que no. A María la conocí ayer, y da la impresión de ser buena chica.
Decidimos ir detrás del grupo de la clase de ellas, y entrar en el siguiente vagón del metro.
Salimos del metro y David no paraba de hablar con Alicia, creo que hasta intercambiaron los números de teléfono. María de vez en cuando miraba, y se iba rompiendo poco a poco, lo notaba en su mirada.
Al fin los profesores les dejaron y nos acercamos a ellas, menos David que seguía tonteando con Alicia.
Me acerqué a María, y la abracé. Sabía que lo necesitaba. David estaba resultando un poco capullo. Sin saber nada y ya tontea con otras. No quería influir a mi amiga, pero no pude evitar comentarlo.
Yolanda: David es un poco capullo. Ya se chocará, y querrá volver.
María: ¿Qué he hecho yo para que esté haciendo esto?
Nayade: Siento mucho todo, María. Lo siento, de verdad.
María: Pero si tú no tienes la culpa.
María abrazó a Naya, que parecía más afectada que María.
Cristina: No os quiero ver decaídas. David es un cabrón, pero nos quedan dos días por delante para disfrutar al máximo, y lo vamos a hacer. Si David prefiere a Alicia antes que a ti, María, que le vaya bien. Tú mereces un chico que te valore, que te haga sentir realmente especial y sobre todo que sea maduro.
María sonrió tímidamente, y agachó la cabeza.
Cristina y Nayade fueron a por sus bolsos, y bajamos.
Profesora: Bueno, vamos a ir en metro. Vamos a ir todos al centro comercial. Allí podéis hacer lo que queráis. Eso sí, a las once de la noche, todos en la boca de metro por la que vamos a salir, y sí nos gustaría que comiésemos todos juntos. Pero eso ya allá vosotros. Lo que necesitéis y si pasa algo, ya tenéis nuestros teléfonos. Así que, en marcha, chicos.
*Narra Carlos*
Conozco a David desde hace años, y siempre ha demostrado ser celoso, pero lo que estaba haciendo a María no me estaba gustando. Estaba utilizando a otra chica para "pagarla" de cierta manera por la sospecha de que Álvaro y ella se habían liado; aunque en este caso, confío en que no. A María la conocí ayer, y da la impresión de ser buena chica.
Decidimos ir detrás del grupo de la clase de ellas, y entrar en el siguiente vagón del metro.
Salimos del metro y David no paraba de hablar con Alicia, creo que hasta intercambiaron los números de teléfono. María de vez en cuando miraba, y se iba rompiendo poco a poco, lo notaba en su mirada.
Al fin los profesores les dejaron y nos acercamos a ellas, menos David que seguía tonteando con Alicia.
Capítulo 21
*Narra Cristina*
Al fin dieron las diez, y bajamos las cuatro a desayunar. María estaba pensativa y Nayade no la hablaba mucho. Nos sentamos en la misma mesa las cuatro y aproveché un momento en el que Yolanda y Nayade se fueron a coger algo para hablar con María.
Cristina: ¿Qué ha pasado? ¿Has tenido algo con Álvaro?
María: Para nada. Pero si yo estaba secándome el pelo.
Cristina: No, te lo digo porque David ha venido dando a entender que habéis tenido algo hace un rato, en vuestra habitación.
María: Los únicos que se han liado han sido Dani y Yolanda. Álvaro estaba viendo la televisión.
En ese momento llegó Nayade con una magdalena en la mano.
Nayade: ¿A sí que Álvaro estaba viendo la televisión? ¿Y por qué David ha venido como ha venido a contarnos que habéis tenido algo? Porque si yo sé que a una amiga le gusta alguien, yo no me lío con ese alguien y menos habiendo empezado a salir la noche anterior con otro chico.
María: Eh, Nayade, que de sobra sé lo que se siente cuando te levantan un chico, y por eso mismo soy incapaz de hacer algo así.
Yolanda llegó a la mesa en ese momento.
Yolanda: Mira Naya, no sé qué os habrá contado David, o qué mentira habrá saltado; te voy a contar lo que ha pasado. María ha entrado a secarse el pelo nada más que han entrado los chicos, Dani y David estaban haciendo el tonto, hasta que Dani ha encerrado en la terraza a David y ha corrido la cortina, Álvaro se ha echado en la cama a ver el telediario, y Dani y yo, bueno, pues eso da igual. El caso es que nos ha parecido escuchar hablar por teléfono a David con alguien; y poco después ha salido María, ya sabes la manía que tiene con morderse el labio, y se ha hecho sangre. Ha ido a la terraza a colgar la toalla, y David le ha dicho algo, María le ha contestado, y ha cogido y se ha marchado dando un portazo. Y creo, que deberías confiar más en una amiga, que en un chaval que conociste ayer.
Cristina: En eso lleva razón Blas, hasta que no se sepa por completo algo seguro, es mejor no decir nada, para no crear malos rollos.
Nayade se levantó y abrazó a María. A María se le caía una lágrimita. Siempre es bien la reconciliación entre amigas.
Terminamos de desayunar y fuimos hacia nuestras habitaciones para coger los bolsos. En la recepción estaban los chicos.
*Narra María*
David estaba hablando con una de mi clase, Alicia. Al verme salir del buffet, algo seria, abrazó a Alicia, y empezó a darla besos por la mejilla. Ella le correspondía. ¿Qué estaba pasando? Carlos le miraba mal, Álvaro se limitaba a mirar al horizonte. Dani vino a abrazar a Yolanda y a decirla que nos esperaban abajo y Blas, Blas estaba con el móvil. Seguí hacia delante, haciéndome la digna, pero jodidísima por dentro por lo que acababa de ver.
Capítulo 20
*Narra Álvaro*
Era mi ocasión perfecta, pero como siempre, tiene que haber alguien por medio, y esta vez era David. David estaba saliendo con María y por mucho que me guste María no se la voy a jugar así a mi amigo. María salió a la terraza y poco después David salió de ella, como enfadado y salió de la habitación pegando un portazo. No entendía nada.
Álvaro: ¿Y a este que le pasa ahora?
Dani seguía tonteando con Yolanda, por lo que no me hizo ni caso. Salí a la terraza, donde estaba María, para preguntarle si habían discutido o algo.
Álvaro: ¿Habéis discutido?
María intentaba tender bien la toalla con la que se estaba secando el pelo, pero el viento no la dejaba.
María: No, ¿por? ¿Ha dicho algo él?
Álvaro: Sólo ha salido de la habitación dando un portazo y con cara de pocos amigos.
María: Que bobo es, pero si él sabe que para mí no hay otro como él.
Álvaro: Pero, ¿qué es lo que ha pasado?
María: Me he mordido el labio y me ha sangrado, y se ha pensado que tú o Dani, lo habías hecho. Y no ha dicho más.
Álvaro: Madre mía.
Intenté no pensar en las palabras que María había pronunciado sobre David, así es que volví a echarme sobre la cama de María a ver un poco la tele.
*Narra Carlos*
Llamaron a la puerta, y creímos que sería algún profesor. Así que Blas y yo nos metimos en el cuarto de baño. Cristina fue a abrir, era David. Salimos del baño.
David fue a Nayade, y le susurró algo al oído. Naya asintió. Nayade parecía enfadada.
Nayade: Menuda amiga.
Cristina: ¿Qué ha pasado?
David agachó la cabeza.
David: Que tenéis una amiga que le da igual uno que otro.
Nayade: Y sabiendo lo que sabía de mí sobre Álvaro.
Carlos: ¿David? ¿Me estás diciendo que Álvaro y María? No me lo puedo creer. Álvaro es un capullo.
Blas: Antes de hablar, si no se sabe todo 100% seguro, es mejor no elucubrar, luego hay malentendidos y no es plan de estar todos enfadados.
Cristina: Dudo tantísimo que María haya sido capaz de eso.
David: Y entonces, ¿por qué María llevaba el labio con sangre?
Nayade: La verdad es que María tiene un tic, y se muerde mucho los labios, llegándose a hacer heridas, y más cuando está nerviosa.
David: No sé qué pensar, la verdad.
Era mi ocasión perfecta, pero como siempre, tiene que haber alguien por medio, y esta vez era David. David estaba saliendo con María y por mucho que me guste María no se la voy a jugar así a mi amigo. María salió a la terraza y poco después David salió de ella, como enfadado y salió de la habitación pegando un portazo. No entendía nada.
Álvaro: ¿Y a este que le pasa ahora?
Dani seguía tonteando con Yolanda, por lo que no me hizo ni caso. Salí a la terraza, donde estaba María, para preguntarle si habían discutido o algo.
Álvaro: ¿Habéis discutido?
María intentaba tender bien la toalla con la que se estaba secando el pelo, pero el viento no la dejaba.
María: No, ¿por? ¿Ha dicho algo él?
Álvaro: Sólo ha salido de la habitación dando un portazo y con cara de pocos amigos.
María: Que bobo es, pero si él sabe que para mí no hay otro como él.
Álvaro: Pero, ¿qué es lo que ha pasado?
María: Me he mordido el labio y me ha sangrado, y se ha pensado que tú o Dani, lo habías hecho. Y no ha dicho más.
Álvaro: Madre mía.
Intenté no pensar en las palabras que María había pronunciado sobre David, así es que volví a echarme sobre la cama de María a ver un poco la tele.
*Narra Carlos*
Llamaron a la puerta, y creímos que sería algún profesor. Así que Blas y yo nos metimos en el cuarto de baño. Cristina fue a abrir, era David. Salimos del baño.
David fue a Nayade, y le susurró algo al oído. Naya asintió. Nayade parecía enfadada.
Nayade: Menuda amiga.
Cristina: ¿Qué ha pasado?
David agachó la cabeza.
David: Que tenéis una amiga que le da igual uno que otro.
Nayade: Y sabiendo lo que sabía de mí sobre Álvaro.
Carlos: ¿David? ¿Me estás diciendo que Álvaro y María? No me lo puedo creer. Álvaro es un capullo.
Blas: Antes de hablar, si no se sabe todo 100% seguro, es mejor no elucubrar, luego hay malentendidos y no es plan de estar todos enfadados.
Cristina: Dudo tantísimo que María haya sido capaz de eso.
David: Y entonces, ¿por qué María llevaba el labio con sangre?
Nayade: La verdad es que María tiene un tic, y se muerde mucho los labios, llegándose a hacer heridas, y más cuando está nerviosa.
David: No sé qué pensar, la verdad.
lunes, 7 de abril de 2014
Capítulo 19
*Narra David*
Me salí a la terraza mientras María se terminaba de secar el pelo. El tonto de Daniel me cerró y me puso las cortinas para que no viese nada. Supongo que querría tener un momento de intimidad con Yolanda, pero Álvaro no pintaba nada ahí. María estaba en el baño, y Álvaro, a saber. Mandé un whatsapp a María. Otro a Carlos. Carlos era muy buen amigo de Álvaro, se contaban todo, y yo ya me había dado cuenta de cómo Álvaro miraba a mi chica.
Conversación de WhatsApp:
David: Carlos, tengo un problema. Dani y Yolanda, fijo que se están enrollando.
Carlos: Posiblemente, Dani iba con esa idea.
David: ¿Y Álvaro?
Carlos: ¿Qué pasa?
David: ¿Con qué idea venía?
Carlos: Con...ninguna, ¿por?
David: No sé. Es que estoy encerrado en la terraza. María se ha quedado en el baño terminando de secarse el pelo, y Álvaro está en la habitación. Y no soy tonto, ¿sabes? Yo también me he dado cuenta de cómo la mira. Sé que siente algo por mi princesa, y no sé. No me fío.
Carlos: Por mucho que le guste María, es lo suficientemente buen amigo como para no jugártela. Sabes de sobra que no haría algo así. ¿Te ha encerrado él?
David: No. El tonto de Dani.
Carlos: Ni Álvaro es tan capullo de hacerte eso, ni María, si de verdad te quiere, será capaz de hacer algo así.
David: Pero, ¿Álvaro está por ella?
Entonces se hizo un silencio. No entendía nada. Sólo oía a Cristina y Nayade hablar con Blas.
David: ¿Estás ahí?
Carlos: Sí, sí. Espera, ahora hablamos.
Colgó.
*Narra María*
Terminé de secarme el pelo y salí con estos a ver un poquito la tele. Álvaro no para de mirarme, y pregunté por David.
Dani: Está en la terraza. Le hemos oído hablar con alguien, puede que fuese su madre o su hermana pequeña.
María: Pero, ¿le habéis cerrado?
Yolanda asintió sonriendo.
María: Qué capullos sois.
Me mordí el labio. Fui a tender la toalla con la que, antes de secarme el pelo, me lo envolví. Salí a la terraza. David estaba apoyado en la barandilla mirando al horizonte, pensativo.
David: Mi niña.
Me miró el labio. Me sangraba un poco.
David: ¿Qué ha pasado?
María: Me acabo de morder el labio.
David: ¿Te lo has mordido tú o te lo han mordido?
María: ¿Qué te hace pensar que ha sido alguien quien ha hecho que me sangrase?
David: Nada, da igual.
Me salí a la terraza mientras María se terminaba de secar el pelo. El tonto de Daniel me cerró y me puso las cortinas para que no viese nada. Supongo que querría tener un momento de intimidad con Yolanda, pero Álvaro no pintaba nada ahí. María estaba en el baño, y Álvaro, a saber. Mandé un whatsapp a María. Otro a Carlos. Carlos era muy buen amigo de Álvaro, se contaban todo, y yo ya me había dado cuenta de cómo Álvaro miraba a mi chica.
Conversación de WhatsApp:
David: Carlos, tengo un problema. Dani y Yolanda, fijo que se están enrollando.
Carlos: Posiblemente, Dani iba con esa idea.
David: ¿Y Álvaro?
Carlos: ¿Qué pasa?
David: ¿Con qué idea venía?
Carlos: Con...ninguna, ¿por?
David: No sé. Es que estoy encerrado en la terraza. María se ha quedado en el baño terminando de secarse el pelo, y Álvaro está en la habitación. Y no soy tonto, ¿sabes? Yo también me he dado cuenta de cómo la mira. Sé que siente algo por mi princesa, y no sé. No me fío.
Carlos: Por mucho que le guste María, es lo suficientemente buen amigo como para no jugártela. Sabes de sobra que no haría algo así. ¿Te ha encerrado él?
David: No. El tonto de Dani.
Carlos: Ni Álvaro es tan capullo de hacerte eso, ni María, si de verdad te quiere, será capaz de hacer algo así.
David: Pero, ¿Álvaro está por ella?
Entonces se hizo un silencio. No entendía nada. Sólo oía a Cristina y Nayade hablar con Blas.
David: ¿Estás ahí?
Carlos: Sí, sí. Espera, ahora hablamos.
Colgó.
*Narra María*
Terminé de secarme el pelo y salí con estos a ver un poquito la tele. Álvaro no para de mirarme, y pregunté por David.
Dani: Está en la terraza. Le hemos oído hablar con alguien, puede que fuese su madre o su hermana pequeña.
María: Pero, ¿le habéis cerrado?
Yolanda asintió sonriendo.
María: Qué capullos sois.
Me mordí el labio. Fui a tender la toalla con la que, antes de secarme el pelo, me lo envolví. Salí a la terraza. David estaba apoyado en la barandilla mirando al horizonte, pensativo.
David: Mi niña.
Me miró el labio. Me sangraba un poco.
David: ¿Qué ha pasado?
María: Me acabo de morder el labio.
David: ¿Te lo has mordido tú o te lo han mordido?
María: ¿Qué te hace pensar que ha sido alguien quien ha hecho que me sangrase?
David: Nada, da igual.
domingo, 6 de abril de 2014
Capítulo 18
*Narra Cristina*
No había dormido nada. Me pasé casi toda la noche hablando con mi prima y Carlos por WhatsApp. Nayade durmió mejor de lo que creía que dormiría puesto que estaba bastante disgustada por Álvaro. El despertador sonó y nos despertamos las dos a la vez. Nayade me cedió la ducha, ya que ella no iba a ducharse porque se duchó antes de dormir. Mientras me duchaba, escuché la voz de gente, y pensé que Nayade habría puesto la televisión. Para mi sorpresa, al salir en toalla y con el pelo calado del baño, me encontré con Carlos y Blas en la cama, hablando con Nayade.
Blas: Buenos días.
No sabía si reír o llorar. La toalla apenas alcanzaba a taparme, y mi cara era de mucho sueño.
Carlos: Tienes cara de sueño, ¿has dormido poco o qué?
Me guiñó un ojo, dándome a entender que no quería que los demás supiesen que estuvimos whatsappeando hasta las tantas.
Nayade: Se ha tirado toda la noche con el móvil.- Rió
*Narra María*
Aporrearon la puerta y pensando que serían Naya y Cristina la abrí. Yolanda estaba terminando de vestirse en medio de la habitación. Yo entré al baño a secarme el pelo.
Álvaro: Buenos días princesas.
No podía ser. ¿Qué hacían aquí?
Yolanda: Lo de avisar y esas cosas, no lo lleváis muy bien, ¿eh?- Rió.
Salí del baño.
María: Buenas, chicos. ¿Cómo os han dejado entrar al hotel y sabíais que habitación era la nuestra?
Dani: Tenemos fuentes que, bueno, nos hacen pequeños favores.
David no paraba de mirarme, y yo a él tampoco.
Álvaro se tumbó en la cama, y puso la televisión. Parecía más alegre que por la noche.
Me metí al baño a seguir secándome el pelo.
*Narra Nayade*
Blas y Carlos llegaron a la habitación. Pero, ¿y Álvaro? ¿Y los demás?
Cristina: ¿Los demás se han perdido?
Blas: No. Han ido a la habitación de María y Yolanda. Ya sabes, tema parejitas y eso.
Nayade: Pues Álvaro no pinta nada ahí.
Carlos: Tal vez más de lo que imaginas, Naya.
No había dormido nada. Me pasé casi toda la noche hablando con mi prima y Carlos por WhatsApp. Nayade durmió mejor de lo que creía que dormiría puesto que estaba bastante disgustada por Álvaro. El despertador sonó y nos despertamos las dos a la vez. Nayade me cedió la ducha, ya que ella no iba a ducharse porque se duchó antes de dormir. Mientras me duchaba, escuché la voz de gente, y pensé que Nayade habría puesto la televisión. Para mi sorpresa, al salir en toalla y con el pelo calado del baño, me encontré con Carlos y Blas en la cama, hablando con Nayade.
Blas: Buenos días.
No sabía si reír o llorar. La toalla apenas alcanzaba a taparme, y mi cara era de mucho sueño.
Carlos: Tienes cara de sueño, ¿has dormido poco o qué?
Me guiñó un ojo, dándome a entender que no quería que los demás supiesen que estuvimos whatsappeando hasta las tantas.
Nayade: Se ha tirado toda la noche con el móvil.- Rió
*Narra María*
Aporrearon la puerta y pensando que serían Naya y Cristina la abrí. Yolanda estaba terminando de vestirse en medio de la habitación. Yo entré al baño a secarme el pelo.
Álvaro: Buenos días princesas.
No podía ser. ¿Qué hacían aquí?
Yolanda: Lo de avisar y esas cosas, no lo lleváis muy bien, ¿eh?- Rió.
Salí del baño.
María: Buenas, chicos. ¿Cómo os han dejado entrar al hotel y sabíais que habitación era la nuestra?
Dani: Tenemos fuentes que, bueno, nos hacen pequeños favores.
David no paraba de mirarme, y yo a él tampoco.
Álvaro se tumbó en la cama, y puso la televisión. Parecía más alegre que por la noche.
Me metí al baño a seguir secándome el pelo.
*Narra Nayade*
Blas y Carlos llegaron a la habitación. Pero, ¿y Álvaro? ¿Y los demás?
Cristina: ¿Los demás se han perdido?
Blas: No. Han ido a la habitación de María y Yolanda. Ya sabes, tema parejitas y eso.
Nayade: Pues Álvaro no pinta nada ahí.
Carlos: Tal vez más de lo que imaginas, Naya.
Capítulo 17
*Narra David*
Llegué a casa. Estaba molido. María me estaba haciendo muy feliz y se la veía buena chica. Mañana volvería a verla, qué ganas de ver su sonrisa cerca de la mía. Le mandé un WhatsApp:
David: Gracias por haber hecho especial mi vida, gracias por aparecer, gracias al flash de la cámara de tu amiga por haberme hecho feliz hoy y todos los momentos que hemos estado juntos hoy, y por todos los que nos quedan. Supongo que estarás ya durmiendo o hablando con Yolanda. Solo quería desearte felices sueños. Te quiero.
*Narra María*
Hablé algo con Yolanda sobre ella y Dani y yo le conté lo mío con David. Me dio unos consejos muy buenos y pronto dormí. Al poco de quedarme dormida escuché cómo me llagaba un whatsapp y supuse que sería de Cristina, menuda viciada al whats. No hice ni caso y seguí durmiendo. Pronto sonó el despertador de Yolanda. Yo estaba medio despierta porque tenía bastante frío. Mientras Yoli despertaba, entré al baño a ducharme y arreglarme. Cuando terminé, desperté a Yolanda que aún ni había abierto los ojos. Mientras refunfuñaba, me acordé del Whatsapp que me entró al poco de quedarme dormida, y para mi sorpresa no había sido Cristina quien me lo había enviado, sino David. Era tan adorable, que...
*Narra Yolanda*
Al fin abrí un ojo, y vi a María en albornoz, maquillada y muy sonriente. Comprendí que se trataba de David, y ella asintió. Me leyó el mensaje que aquella noche, el moreno le había enviado. Era demasiado adorable. Me fui a la ducha y luego me maquillé un poco, mientras, María, se vestía. Mientras me ponía la camiseta, lo último que me quedaba, aporrearon nuestra puerta, y María, pensando que sería Nayade o Cristina abrió.
Llegué a casa. Estaba molido. María me estaba haciendo muy feliz y se la veía buena chica. Mañana volvería a verla, qué ganas de ver su sonrisa cerca de la mía. Le mandé un WhatsApp:
David: Gracias por haber hecho especial mi vida, gracias por aparecer, gracias al flash de la cámara de tu amiga por haberme hecho feliz hoy y todos los momentos que hemos estado juntos hoy, y por todos los que nos quedan. Supongo que estarás ya durmiendo o hablando con Yolanda. Solo quería desearte felices sueños. Te quiero.
*Narra María*
Hablé algo con Yolanda sobre ella y Dani y yo le conté lo mío con David. Me dio unos consejos muy buenos y pronto dormí. Al poco de quedarme dormida escuché cómo me llagaba un whatsapp y supuse que sería de Cristina, menuda viciada al whats. No hice ni caso y seguí durmiendo. Pronto sonó el despertador de Yolanda. Yo estaba medio despierta porque tenía bastante frío. Mientras Yoli despertaba, entré al baño a ducharme y arreglarme. Cuando terminé, desperté a Yolanda que aún ni había abierto los ojos. Mientras refunfuñaba, me acordé del Whatsapp que me entró al poco de quedarme dormida, y para mi sorpresa no había sido Cristina quien me lo había enviado, sino David. Era tan adorable, que...
*Narra Yolanda*
Al fin abrí un ojo, y vi a María en albornoz, maquillada y muy sonriente. Comprendí que se trataba de David, y ella asintió. Me leyó el mensaje que aquella noche, el moreno le había enviado. Era demasiado adorable. Me fui a la ducha y luego me maquillé un poco, mientras, María, se vestía. Mientras me ponía la camiseta, lo último que me quedaba, aporrearon nuestra puerta, y María, pensando que sería Nayade o Cristina abrió.
jueves, 3 de abril de 2014
Capítulo 16
*Narra Cristina*
Al fin nos fuimos a la habitación Nayade y yo. Teníamos bastante sueño, ya que había sido un día bastante largo. Pero conocer a los chicos, hizo que el día mereciese todavía más la pena. Mañana sería la última vez que les veríamos hasta saber cuando. Pero no era momento de entristecerse. "Me lavaré la cara y me echaré a dormir, que sino mañana las ojeras que llevaré, serán importantes"- Me dije a mí misma.
Nayade seguía en el baño, desde que llegamos a la habitación no había salido. Aporreé la puerta, me dejó pasar. Me limpié la cara mientras observaba cómo ella intentaba secarse y disimular las lágrimas que brotaban de sus ojos.
Le pregunté qué era lo que pasaba, y ni siquiera contestó, así que, me metí en la cama.
Cristina: Buenas noches, Naya. Y deja de llorar, que te me deshidratas.
*Narra Yolanda*
María venía contenta. Durante el trayecto en metro no dejó de sonreír, y yo también estaba feliz. Por ella, y por mí. El tonto que me mojó en el Parque de Atracciones, ese al que por un momento creí odiarle, me estaba camelando de tal forma que me empecé a pillar por él. Estuvimos tonteando bastante en el Retiro, pero no había llegado a más, sin embargo María ya se había dado sus primeros besos con David.
Yolanda: ¿Buena noche?
María: Mejor imposible. Aunque el volver al pueblo pasado mañana me va a suponer una depresión.
Yolanda: ¿Me dejas darte un consejo?
María: Por supuesto.
Yolanda: Disfruta de mañana, lo demás no está a tu alcance. Si estás destinada a terminar con él, por mucho tiempo que pase y distancia que os separe, terminaréis juntos. Sino, ¿para qué pasarlo mal si él no será el chico con el que pasarás el resto de tu vida? No te rayes, y disfruta de cada momento a su lado.
María: Gracias, hermana.
Yolanda: Sé que es muy fácil decirlo y que seguramente con Dani lo pasaré mal, pero, creo, que es lo mejor que podemos hacer. Disfrutar de cada segundo, porque, ¿y si es el último que vivimos? No hay que pasarlo mal.
Al fin nos fuimos a la habitación Nayade y yo. Teníamos bastante sueño, ya que había sido un día bastante largo. Pero conocer a los chicos, hizo que el día mereciese todavía más la pena. Mañana sería la última vez que les veríamos hasta saber cuando. Pero no era momento de entristecerse. "Me lavaré la cara y me echaré a dormir, que sino mañana las ojeras que llevaré, serán importantes"- Me dije a mí misma.
Nayade seguía en el baño, desde que llegamos a la habitación no había salido. Aporreé la puerta, me dejó pasar. Me limpié la cara mientras observaba cómo ella intentaba secarse y disimular las lágrimas que brotaban de sus ojos.
Le pregunté qué era lo que pasaba, y ni siquiera contestó, así que, me metí en la cama.
Cristina: Buenas noches, Naya. Y deja de llorar, que te me deshidratas.
*Narra Yolanda*
María venía contenta. Durante el trayecto en metro no dejó de sonreír, y yo también estaba feliz. Por ella, y por mí. El tonto que me mojó en el Parque de Atracciones, ese al que por un momento creí odiarle, me estaba camelando de tal forma que me empecé a pillar por él. Estuvimos tonteando bastante en el Retiro, pero no había llegado a más, sin embargo María ya se había dado sus primeros besos con David.
Yolanda: ¿Buena noche?
María: Mejor imposible. Aunque el volver al pueblo pasado mañana me va a suponer una depresión.
Yolanda: ¿Me dejas darte un consejo?
María: Por supuesto.
Yolanda: Disfruta de mañana, lo demás no está a tu alcance. Si estás destinada a terminar con él, por mucho tiempo que pase y distancia que os separe, terminaréis juntos. Sino, ¿para qué pasarlo mal si él no será el chico con el que pasarás el resto de tu vida? No te rayes, y disfruta de cada momento a su lado.
María: Gracias, hermana.
Yolanda: Sé que es muy fácil decirlo y que seguramente con Dani lo pasaré mal, pero, creo, que es lo mejor que podemos hacer. Disfrutar de cada segundo, porque, ¿y si es el último que vivimos? No hay que pasarlo mal.
Capítulo 15
*Narra Álvaro*
Por fin se terminaba este día. Me había fijado en María desde que por la mañana saltó el flash de su cámara de fotos, pero parece que a ella le gustó más David. Luego, para colmo, me acerco a Nayade, y ella, sin embargo, no se fija en mí, sino en Blas. Nunca me había sentido más humillado por las chicas. Siempre había tenido suerte y ninguna se me resistía y lo de hoy ha sido una situación bastante rara. "Al final me tendré que meter a cura. ¿Cómo? Eso ni loco. He nacido para dejar descendencia, y así será"-Pensé.
Carlos: Eh, tío. Alegra la cara. Tú vales mucho y pronto encontrarás a tu chica ideal. Mira yo, tampoco tengo churri. Aquí los únicos que hoy han visto un poquito la luz han sido Dani y David. Pero, sé sincero. Qué prefieres, ¿pillarte por una de ellas y que pasado mañana se vayan y pasarlo mal, o sonreír ya y encontrar a la chica que de verdad merezca la pena y viva aquí y os veáis y seas feliz?
Las palabras de Carlos me hicieron recapacitar. Al irse las chicas, David y Dani se sentirían vacíos. Era inútil pillarte por una de estas chicas. Como amigas genial, como más, ni volvérseme a pasar por la cabeza. Solo pude abrazarle, me quedé sin palabras.
*Narra Nayade*
Álvaro parecía enfadado por el abrazo de Blas. Dejó de bromear con Yolanda, que pasó a tontear con Dani. María venía muy contenta y David traía brillo en sus labios.
Llegamos al hotel y aunque yo tenía habitación con Cristina, me quedé un rato en la de María y Yolanda.
Nayade: ¿Qué tal con tu morenazo?
María: Bien, bastante bien. Hasta que el petardo de Carlos nos ha interrumpido. Pero no sé. Tengo miedo.
Nayade: ¿De qué?
María: De que cuando nos vayamos, al igual que hoy me ha conocido a mí, el finde que viene conozca a otra y haga lo mismo, porque yo empiezo a quererlo, y no quiero sufrir.
Nayade: Eso es de ser muy capullo, y, sinceramente, no le veo capaz de una cosa así.
Llegaron Yolanda y Cristina. Mañana a las 10 debíamos estar en el comedor del hotel para desayunar. Luego iríamos a un centro comercial a pasar el día.
Por fin se terminaba este día. Me había fijado en María desde que por la mañana saltó el flash de su cámara de fotos, pero parece que a ella le gustó más David. Luego, para colmo, me acerco a Nayade, y ella, sin embargo, no se fija en mí, sino en Blas. Nunca me había sentido más humillado por las chicas. Siempre había tenido suerte y ninguna se me resistía y lo de hoy ha sido una situación bastante rara. "Al final me tendré que meter a cura. ¿Cómo? Eso ni loco. He nacido para dejar descendencia, y así será"-Pensé.
Carlos: Eh, tío. Alegra la cara. Tú vales mucho y pronto encontrarás a tu chica ideal. Mira yo, tampoco tengo churri. Aquí los únicos que hoy han visto un poquito la luz han sido Dani y David. Pero, sé sincero. Qué prefieres, ¿pillarte por una de ellas y que pasado mañana se vayan y pasarlo mal, o sonreír ya y encontrar a la chica que de verdad merezca la pena y viva aquí y os veáis y seas feliz?
Las palabras de Carlos me hicieron recapacitar. Al irse las chicas, David y Dani se sentirían vacíos. Era inútil pillarte por una de estas chicas. Como amigas genial, como más, ni volvérseme a pasar por la cabeza. Solo pude abrazarle, me quedé sin palabras.
*Narra Nayade*
Álvaro parecía enfadado por el abrazo de Blas. Dejó de bromear con Yolanda, que pasó a tontear con Dani. María venía muy contenta y David traía brillo en sus labios.
Llegamos al hotel y aunque yo tenía habitación con Cristina, me quedé un rato en la de María y Yolanda.
Nayade: ¿Qué tal con tu morenazo?
María: Bien, bastante bien. Hasta que el petardo de Carlos nos ha interrumpido. Pero no sé. Tengo miedo.
Nayade: ¿De qué?
María: De que cuando nos vayamos, al igual que hoy me ha conocido a mí, el finde que viene conozca a otra y haga lo mismo, porque yo empiezo a quererlo, y no quiero sufrir.
Nayade: Eso es de ser muy capullo, y, sinceramente, no le veo capaz de una cosa así.
Llegaron Yolanda y Cristina. Mañana a las 10 debíamos estar en el comedor del hotel para desayunar. Luego iríamos a un centro comercial a pasar el día.
miércoles, 2 de abril de 2014
Capítulo 14
*Narra María*
María: Mi pequeño, ¿vamos con estos para que no sospechen?
David: Venga. ¿Una carrera hasta allí?
María: No vale, yo llevo tacones. -Reí.
David: Eso te pasa por ser una princesa.- Me besó en la mejilla.
Reí.
David: Tonto el último que llegue.
Empezó a correr, y tras él, fui yo.
Adelantamos a Cristina sin darnos cuenta.
Cristina: Tortolitos - Nos gritó.
Llegamos y vi que Blas estaba muy serio. Nayade también. Álvaro mirando a un árbol, Carlos intentando animarle, y los únicos que sonreían eran Yolanda y Dani, que estaban muy acaramelados.
Carlos: ¿Y Cristina?
María: Ahora viene.
Álvaro: Ya os ha costado ir a por un helado, ¿eh? Que tú te conoces el Retiro como la palma de tu mano, David.
¿Le habría contado Carlos lo que había visto?
María: Carlos, amigo, ¿puedes venir?
Carlos se acercó y le aparté del grupo.
María: ¿Se te ha ocurrido decirle a Álvaro lo que has visto?
Carlos: Tenía la intención. Es mi amigo, y sé que aunque lo niegue por activa y pasiva le has gustado. Pero he leído un WhatsApp de Cristina pidiendo que no contara nada, y la jefa manda, ¿sabes? Eso sí, si no lo contáis vosotros, a mí se me va a terminar escapando.
María: No seas zoquete, y no cuentes nada, por favor. Y dudo tantísimo que le guste a Álvaro. Si a él le gusta Naya.
Carlos: Se ha fijado en Naya porque ha visto que tu estabas mucho con David. Aunque por lo que ha pasado con Eider hace nada, a Naya le gusta Blas, y por eso ahora Álvaro está más mustio todavía.
María: Bueno, tú no digas nada. Nosotros, antes de irnos, lo contamos. Te lo prometo.
Volvimos con el grupo, y ya estaba Cristina.
*Narra Nayade*
No me cabía la posibilidad de quitarle Blas a Eider, pero ahora que lo pensaba... Blas es un chico muy guapo, atento y, bueno, Álvaro empezaba a pasar de mí.
En la habitación hablaré con María, a ver qué es lo que piensa ella.
*Narra Yolanda*
Me lo estaba pasando en grande con el rubiales. Estaba como en otro mundo, no me enteraba de nada de lo que pasaba. Miré el reloj, y eran la 1 y cuarto. Teníamos que empezar a irnos, si no queríamos llegar tarde.
Yoli: Chicas, son la una y cuarto ya, y tenemos que estar en el metro a y media. ¿Vamos yendo?
Se levantaron, casi todos pensativos, salvo Dani, David, María y Cristina. Entre estos tres últimos hablaban, mientras que Carlos hablaba en bajito con Álvaro y Nayade intentaba acercarse a Blas, el cual estaba pensativo después de la escenita que había montado Eider.
*Narra David*
Había sido una buena noche, pero como todo, había llegado a su fin.
David: Pequeña, ¿hablamos por whatsapp?-le susurré
María: Claro. Y mañana, veniros al centro comercial.
David: Por supuesto que sí.
Llegamos a la boca del metro donde estaban los demás compañeros.
Carlos: ¡Hasta mañana, chicas!
Cristina: Adiós bobo.
Dani: Descansad mucho, y tú, Yolanda, que sueñes con agua.
Nayade abrazó a Blas, Álvaro ni se despidió, siguió hacia delante, y yo les di dos besos a cada una, excepto a María que, como el que no quiere la cosa, le di un pico, guiñándole un ojo.
Las chicas entraron en el metro, unas más contentas que otras.
María: Mi pequeño, ¿vamos con estos para que no sospechen?
David: Venga. ¿Una carrera hasta allí?
María: No vale, yo llevo tacones. -Reí.
David: Eso te pasa por ser una princesa.- Me besó en la mejilla.
Reí.
David: Tonto el último que llegue.
Empezó a correr, y tras él, fui yo.
Adelantamos a Cristina sin darnos cuenta.
Cristina: Tortolitos - Nos gritó.
Llegamos y vi que Blas estaba muy serio. Nayade también. Álvaro mirando a un árbol, Carlos intentando animarle, y los únicos que sonreían eran Yolanda y Dani, que estaban muy acaramelados.
Carlos: ¿Y Cristina?
María: Ahora viene.
Álvaro: Ya os ha costado ir a por un helado, ¿eh? Que tú te conoces el Retiro como la palma de tu mano, David.
¿Le habría contado Carlos lo que había visto?
María: Carlos, amigo, ¿puedes venir?
Carlos se acercó y le aparté del grupo.
María: ¿Se te ha ocurrido decirle a Álvaro lo que has visto?
Carlos: Tenía la intención. Es mi amigo, y sé que aunque lo niegue por activa y pasiva le has gustado. Pero he leído un WhatsApp de Cristina pidiendo que no contara nada, y la jefa manda, ¿sabes? Eso sí, si no lo contáis vosotros, a mí se me va a terminar escapando.
María: No seas zoquete, y no cuentes nada, por favor. Y dudo tantísimo que le guste a Álvaro. Si a él le gusta Naya.
Carlos: Se ha fijado en Naya porque ha visto que tu estabas mucho con David. Aunque por lo que ha pasado con Eider hace nada, a Naya le gusta Blas, y por eso ahora Álvaro está más mustio todavía.
María: Bueno, tú no digas nada. Nosotros, antes de irnos, lo contamos. Te lo prometo.
Volvimos con el grupo, y ya estaba Cristina.
*Narra Nayade*
No me cabía la posibilidad de quitarle Blas a Eider, pero ahora que lo pensaba... Blas es un chico muy guapo, atento y, bueno, Álvaro empezaba a pasar de mí.
En la habitación hablaré con María, a ver qué es lo que piensa ella.
*Narra Yolanda*
Me lo estaba pasando en grande con el rubiales. Estaba como en otro mundo, no me enteraba de nada de lo que pasaba. Miré el reloj, y eran la 1 y cuarto. Teníamos que empezar a irnos, si no queríamos llegar tarde.
Yoli: Chicas, son la una y cuarto ya, y tenemos que estar en el metro a y media. ¿Vamos yendo?
Se levantaron, casi todos pensativos, salvo Dani, David, María y Cristina. Entre estos tres últimos hablaban, mientras que Carlos hablaba en bajito con Álvaro y Nayade intentaba acercarse a Blas, el cual estaba pensativo después de la escenita que había montado Eider.
*Narra David*
Había sido una buena noche, pero como todo, había llegado a su fin.
David: Pequeña, ¿hablamos por whatsapp?-le susurré
María: Claro. Y mañana, veniros al centro comercial.
David: Por supuesto que sí.
Llegamos a la boca del metro donde estaban los demás compañeros.
Carlos: ¡Hasta mañana, chicas!
Cristina: Adiós bobo.
Dani: Descansad mucho, y tú, Yolanda, que sueñes con agua.
Nayade abrazó a Blas, Álvaro ni se despidió, siguió hacia delante, y yo les di dos besos a cada una, excepto a María que, como el que no quiere la cosa, le di un pico, guiñándole un ojo.
Las chicas entraron en el metro, unas más contentas que otras.
Capítulo 13
*Narra Cristina*
Empecé a tiritar, tenía algo de frío. Carlos se dio cuenta y me pasó su brazo por mi hombro y me achuchó un poco. No sé cómo miramos un lado del parque, donde había césped, y vimos que María estaba tumbada encima de David, y muy sonrientes los dos.
Carlos: Parejita, ¿sabéis que los helados se derriten?- Gritó riendo
*Narra David*
"Mierda" pensé. María se sonrojó al oír a Carlos y se levantó de mi pecho corriendo. Se atosigó el pelo y se sentó a mi lado. Carlos fue al puesto de helados sito a pocos metros de donde estábamos tumbados. Sin embargo, Cristina se acercó.
Cristina: Veo que os lleváis demasiado bien, ¿eh?- Y nos guiñó un ojo.
María: Calla, que a saber lo que habéis hecho Carlos y tú por el camino, que te veo demasiado contenta.- Le contestó riendo.
Ellas se llevaban muy bien, eran incluso como hermanas, pero me daba vergüenza mirarla a la cara, no sabía porqué.
Cristina: David, gracias por hacer a mi amiga feliz. ¿Sabes? Nunca ha tenido suerte con los chicos, y sin embargo, desde que te ha conocido esta mañana la veo ilusionada. Eso sí, si la haces daño, ya puedes salir corriendo, porque no tolero verla mal y menos por un tío.
David: Tranquila, no te defraudaré, la haré sentir como una princesa. Pero, por favor. No quiero que los demás se enteren, así que, por favor, no digas nada, y si al cabezón del rubio se le ocurre decir algo, antes de que lo haga, cállale. - La sonreí.
Cristina: Eso está hecho. Yo guardo el secreto, tú me la tratas como una princesa.
*Narra Yolanda*
Eider acaba de decir algo que todavía no comprendo.
Yolanda: ¿Como que apropiarse de alguien que...
Eider: Tú calla, que contigo no va la historia.
Nayade: No entiendo qué quieres decir, ¿me explicas cuándo me he adueñado de algo que nunca tendré?
Eider: Ahora lo has intentado. Sabes de sobra que siento por Blas y tú te dedicas a tontear con él. Eso es de ser muy buena amiga, ¿no?
Dani: Eider, te estás equivocando.
Patricia: Eider, vamos, no merece la pena. Ni el tipejo este, ni la falsa de Nayade merecen que nos disgustemos ni amarguemos estos días en Madrid.
¿Qué estaba pasando? ¿Qué mosca le había picado a Eider?
Se marcharon. De lejos vi llegar corriendo a Carlos.
*Narra Cristina*
Me despedí de María y David, advirtiéndoles de que los demás iban a sospechar algo si no venían pronto. Fui al puesto de los helados, pero Carlos ya no estaba y se había llevado mi helado, según el heladero. Entonces se me encendió la bombilla.
Le mandé un WhatsApp:
Cris: Carlos, a estos no les digas nada de lo que acabamos de ver. Ni David ni María quieren que lo sepan. No seas bocazas.
*Narra Carlos*
Fui corriendo a contarle a Álvaro lo que acababa de ver. De camino a McDonald's, después del Parque de Atracciones, me contó que María le atrajo bastante, pero que Nayade le parecía también simpática y al ver que David se acercaba a María, él se acercó a Naya, pero de sobra yo sé que a Álvaro le gusta María, y creo que como amigo, debo contárselo.
Vi a Eider, enfadada, irse de donde estaban los chicos, y que una chica, le cogía del brazo mientras aquélla gritaba algo a Nayade.
Llegué y vi a Yolanda muy sorprendida. ¿Qué había pasado?
Pregunté, pero no escuché, me merecía más la pena contarle a Álvaro que entre María y David ya había algo. Recibí un WhatsApp, de Cristina. Me decía que no contase nada. ¿Guardaba el secreto y le ocultaba a Álvaro lo que había visto o traicionaba a David? Difícil decisión.
Empecé a tiritar, tenía algo de frío. Carlos se dio cuenta y me pasó su brazo por mi hombro y me achuchó un poco. No sé cómo miramos un lado del parque, donde había césped, y vimos que María estaba tumbada encima de David, y muy sonrientes los dos.
Carlos: Parejita, ¿sabéis que los helados se derriten?- Gritó riendo
*Narra David*
"Mierda" pensé. María se sonrojó al oír a Carlos y se levantó de mi pecho corriendo. Se atosigó el pelo y se sentó a mi lado. Carlos fue al puesto de helados sito a pocos metros de donde estábamos tumbados. Sin embargo, Cristina se acercó.
Cristina: Veo que os lleváis demasiado bien, ¿eh?- Y nos guiñó un ojo.
María: Calla, que a saber lo que habéis hecho Carlos y tú por el camino, que te veo demasiado contenta.- Le contestó riendo.
Ellas se llevaban muy bien, eran incluso como hermanas, pero me daba vergüenza mirarla a la cara, no sabía porqué.
Cristina: David, gracias por hacer a mi amiga feliz. ¿Sabes? Nunca ha tenido suerte con los chicos, y sin embargo, desde que te ha conocido esta mañana la veo ilusionada. Eso sí, si la haces daño, ya puedes salir corriendo, porque no tolero verla mal y menos por un tío.
David: Tranquila, no te defraudaré, la haré sentir como una princesa. Pero, por favor. No quiero que los demás se enteren, así que, por favor, no digas nada, y si al cabezón del rubio se le ocurre decir algo, antes de que lo haga, cállale. - La sonreí.
Cristina: Eso está hecho. Yo guardo el secreto, tú me la tratas como una princesa.
*Narra Yolanda*
Eider acaba de decir algo que todavía no comprendo.
Yolanda: ¿Como que apropiarse de alguien que...
Eider: Tú calla, que contigo no va la historia.
Nayade: No entiendo qué quieres decir, ¿me explicas cuándo me he adueñado de algo que nunca tendré?
Eider: Ahora lo has intentado. Sabes de sobra que siento por Blas y tú te dedicas a tontear con él. Eso es de ser muy buena amiga, ¿no?
Dani: Eider, te estás equivocando.
Patricia: Eider, vamos, no merece la pena. Ni el tipejo este, ni la falsa de Nayade merecen que nos disgustemos ni amarguemos estos días en Madrid.
¿Qué estaba pasando? ¿Qué mosca le había picado a Eider?
Se marcharon. De lejos vi llegar corriendo a Carlos.
*Narra Cristina*
Me despedí de María y David, advirtiéndoles de que los demás iban a sospechar algo si no venían pronto. Fui al puesto de los helados, pero Carlos ya no estaba y se había llevado mi helado, según el heladero. Entonces se me encendió la bombilla.
Le mandé un WhatsApp:
Cris: Carlos, a estos no les digas nada de lo que acabamos de ver. Ni David ni María quieren que lo sepan. No seas bocazas.
*Narra Carlos*
Fui corriendo a contarle a Álvaro lo que acababa de ver. De camino a McDonald's, después del Parque de Atracciones, me contó que María le atrajo bastante, pero que Nayade le parecía también simpática y al ver que David se acercaba a María, él se acercó a Naya, pero de sobra yo sé que a Álvaro le gusta María, y creo que como amigo, debo contárselo.
Vi a Eider, enfadada, irse de donde estaban los chicos, y que una chica, le cogía del brazo mientras aquélla gritaba algo a Nayade.
Llegué y vi a Yolanda muy sorprendida. ¿Qué había pasado?
Pregunté, pero no escuché, me merecía más la pena contarle a Álvaro que entre María y David ya había algo. Recibí un WhatsApp, de Cristina. Me decía que no contase nada. ¿Guardaba el secreto y le ocultaba a Álvaro lo que había visto o traicionaba a David? Difícil decisión.
Capítulo 12
*Narra Naya*
María se había ido con David, entre ellos iba a pasar algo muy pronto si no había pasado nada ya. Yo me senté en el banco, al lado de Álvaro, y pasó su brazo por mi hombro. Me acercó a él y me dio un beso en la mejilla. ¿Y eso?
Carlos: Estos podrían traerme ya el helado, ¿eh?
Blas estaba muy callado, entonces, Cristina le zarandeó el brazo.
Cristina: Feo, ¿qué te pasa?
Blas: Que estoy muy cansado.
Pasaron por delante Patricia con su chico, Eider y otro chico.
Yolanda: Eh, hola.
Eider: Luego nos vemos, me voy con estos.
Blas: Pues adiós.
Blas estaba como dolido.
*Narra Carlos*
Empezaba a ansiar mi helado, así que fui en dirección del puesto de helados ya que la parejita feliz no venía. La verdad es que David merecía encontrar una chica de verdad como parecía serlo María.
Carlos: Me voy a por mi helado.
Cristina: Cógeme a mí también uno de...mmm...vainilla, por ejemplo.
Carlos: ¿Te crees que soy el repartidor? Si lo quieres, te vienes, jajaja.
Cristina: Que cara tienes. Ya me pedirás algo, ya.- Me sonrió.
Cristina se levantó, y me dio un golpecito en la espalda.
*Narra Naya*
Álvaro estaba cerca mío, pero me gustaría tener la confianza que María tenía con David. Álvaro empezó a hacer bromas con Yolanda, y a mí no me hacía mucho caso, así que empecé a hablar con Blas.
Naya: Pues se ha quedado buena noche, ¿no?
Blas: Jajaja
Naya: ¿De qué te ríes?
Blas: De que eres adorable.
Blas salió por ahí, entonces me abrazó. Noté como alguien me tiraba de la camiseta.
Naya: ¡Ey!
*Narra Eider*
Vi de lejos como Naya se ponía a hablar con Blas, y Blas se reía y la abrazaba. Parece que no tenía bastante con querer a Álvaro, porque, por mucho que lo negase, se notaba, que tenía que ir a por MI Blas.
Naya: Eider, guapa. ¿Qué hacéis por aquí?
Eider: Déjate de falsedades. Estoy por aquí para que no haya garrapatas que intentan adueñarse de lo que nunca será suyo.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Siento haber no escrito en estos meses. Estuve de vacaciones fuera y por tanto no pude escribir, y la verdad que desde que empezó el curso no he encendido mucho el ordenador a no se de tener que hacer algún trabajo o presentaciones o lo que sea. Pero bueno, ya estoy por aquí, escribiendo de nuevo, y aunque me queda una semana de exámenes, prometo seguir escribiendo, un capítulo diario siempre que pueda. :)
Besooos!
María se había ido con David, entre ellos iba a pasar algo muy pronto si no había pasado nada ya. Yo me senté en el banco, al lado de Álvaro, y pasó su brazo por mi hombro. Me acercó a él y me dio un beso en la mejilla. ¿Y eso?
Carlos: Estos podrían traerme ya el helado, ¿eh?
Blas estaba muy callado, entonces, Cristina le zarandeó el brazo.
Cristina: Feo, ¿qué te pasa?
Blas: Que estoy muy cansado.
Pasaron por delante Patricia con su chico, Eider y otro chico.
Yolanda: Eh, hola.
Eider: Luego nos vemos, me voy con estos.
Blas: Pues adiós.
Blas estaba como dolido.
*Narra Carlos*
Empezaba a ansiar mi helado, así que fui en dirección del puesto de helados ya que la parejita feliz no venía. La verdad es que David merecía encontrar una chica de verdad como parecía serlo María.
Carlos: Me voy a por mi helado.
Cristina: Cógeme a mí también uno de...mmm...vainilla, por ejemplo.
Carlos: ¿Te crees que soy el repartidor? Si lo quieres, te vienes, jajaja.
Cristina: Que cara tienes. Ya me pedirás algo, ya.- Me sonrió.
Cristina se levantó, y me dio un golpecito en la espalda.
*Narra Naya*
Álvaro estaba cerca mío, pero me gustaría tener la confianza que María tenía con David. Álvaro empezó a hacer bromas con Yolanda, y a mí no me hacía mucho caso, así que empecé a hablar con Blas.
Naya: Pues se ha quedado buena noche, ¿no?
Blas: Jajaja
Naya: ¿De qué te ríes?
Blas: De que eres adorable.
Blas salió por ahí, entonces me abrazó. Noté como alguien me tiraba de la camiseta.
Naya: ¡Ey!
*Narra Eider*
Vi de lejos como Naya se ponía a hablar con Blas, y Blas se reía y la abrazaba. Parece que no tenía bastante con querer a Álvaro, porque, por mucho que lo negase, se notaba, que tenía que ir a por MI Blas.
Naya: Eider, guapa. ¿Qué hacéis por aquí?
Eider: Déjate de falsedades. Estoy por aquí para que no haya garrapatas que intentan adueñarse de lo que nunca será suyo.
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Siento haber no escrito en estos meses. Estuve de vacaciones fuera y por tanto no pude escribir, y la verdad que desde que empezó el curso no he encendido mucho el ordenador a no se de tener que hacer algún trabajo o presentaciones o lo que sea. Pero bueno, ya estoy por aquí, escribiendo de nuevo, y aunque me queda una semana de exámenes, prometo seguir escribiendo, un capítulo diario siempre que pueda. :)
Besooos!
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